martes, 18 de noviembre de 2008

Velencia sabe vivir

Es la tercera ciudad de España por importancia y población (según datos del Instituto Nacional de Estadística de 2007, 797.654 habitantes en el municipio y 1.738.690 habitantes en el área metropolitana). Es conocida popularmente como el Cap i Casal y la Capital del Turia. Fundada como Valentia Edetanorum en el año 138 a.C., Valencia es hoy una ciudad viva, llena de luz y música, y con buen clima. No obstante, no son sólo las palmeras, el sol o la brisa mediterránea lo que invita a cruzar sus numerosos puentes de un lado a otro, sino también, su legado histórico, su gran oferta cultural, su gastronomía y, en resumen, su vida.

Nada más llegar a Valencia parece algo lógico visitar la playa antes que nada, sobre todo si se viene del interior. Error. Eso es hacer turismo del rancio y lleva a gastarse el dinero en 'chiringuitos' cutres y caros. Valencia es una ciudad con muchísimas posibilidades e incluso hay mejores zonas donde tomar el sol que la playa, por ejemplo, el cauce seco del viejo río Turia, que hoy es un parque enorme y alegre, aunque no recomendable por las noches. Encontrar allí una sombra donde relajarse después de comer es fácil, sobre todo en las proximidades del Palau de la Música.

La historia de la ciudad y de las diferentes culturas que la han habitado son palpables tan sólo dando una vuelta por el Barrio del Carmen, o lo que es lo mismo, su casco antiguo, de cuyas murallas, ya sólo quedan en pie las Torres de Quart y las Torres de Serranos. El núcleo desde el que se puede partir atendiendo a la Valencia monumental es la plaza de la Virgen, donde se encuentran el Palacio de la Generalitat Valenciana, la Basílica de la Virgen de los Desamparados y la Catedral de Valencia, cuya torre campanario es conocida como la Torre del Micalet. El Barrio del Carmen también es conocido como el “barrio bohemio de Valencia”. Está repleto de restaurantes italianos, tiendas de ropa y discos, bares de copas y muchos cafés.


La Lonja de la Seda (1482-1498), monumento declarado Patrimonio de la Humanidad en 1996, es una de las obra más representativas del gótico civil en Europa y junto a ella también se sitúan el Mercado Central y la Iglesia de los Santos Juanes. La Iglesia de San Juan del Hospital, el Mercado de Colón o la Estación del Norte también son lugares de visita obligada.


También el barrio de l'Eixample (el ensanche) merece ser destacado, ya que prácticamente se constituye en un auténtico museo de la arquitectura art nouveau. Diseñado en forma de damero, cuenta con grandes vías ajardinadas.

Hablar de Valencia y hablar de cultura nos lleva irremediablemente a hablar de La Ciudad de las Artes y de las Ciencias, que, casi en la desembocadura del río, consiste en un complejo futurista que alberga paseos y estanques, museos y exposiciones de todas las artes, etc.




L´Umbracle es el pórtico de entrada, conformado por una sucesión de 55 arcos fijos y 54 arcos flotantes de 18 metros de altura, sobre los que crecen enrededares y que dan paso a una zona verde inmensa en la que se pueden encontrar miles de especies vegetales de magnífico colorido y valor botánico que a su vez esconden las esculturas de relevantes escultores contemporáneos.

El majestuoso edificio del Palau de les Arts Reina Sofía, diseñado por el arquitecto e ingeniero valenciano Santiago Calatrava, da cobijo a cuatro grandes salas destinadas a la representación de espectáculos de danza, teatro y ópera de todas las tendencias. L'Hemisferic, por su parte, se trata de un enorme cine IMAX que día a día impacta a niños y adultos merced a los avances tecnológicos más punteros en lo que a imagen se refiere. El prestigioso Museu de las Ciencies Príncipe Felipe y L'Oceanographic, completan esta majestuosa obra arquitectónica realizada para guardar en su interior majestuosas obras artísticas y de la naturaleza.

La capital valenciana también presenta una oferta amplísima en cuanto a conciertos, exposiciones, actividades y eventos de todo tipo. Se puede consultar en la Agenda Naranja, en la web de la sala de conciertos Greenspace, o en la del Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM).

Como en la gran mayoría de los rincones de España, la comida típica es uno de los alicientes. En el caso de Valencia, está claro que no se puede abandonar la ciudad sin haber probado un arroz en la Albufera, al que bien podría seguir una buena siesta en la playa de El Saler. La horchata también es uno de los iconos gastronómicos de la región, de modo que la marca 'Chufi' no tiene demasiado sentido aquí. En la Capital del Turia hay numerosas horchaterías de calidad que harán las delicias de los golosos; es el caso de Santa Catalina, en la Plaza de la Reina. Sin embargo, el origen de la horchata se encuentra en el pueblo de Alboraya y un pequeño viaje en metro para conocer las raíces del néctar de chufa no está nada mal. Acompañando tradicionalmente a la horchata están los fartons artesanales. No olvidéis pedir uno.

Valencia es una ciudad redonda, busques lo que busques lo encuentras: cultura, gastronomía, sol, playa,... El buen vivir.


Información adicional



La ruta del caminante



Iñaki Sanjuán Pérez

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